Un festín para los sentidos
Si buscas una propuesta culinaria fresca y natural en Santiago, no puedes dejar de visitar Mala Mía. Ubicado en el pintoresco Barrio Italia, este restaurante te envolverá con su armoniosa fusión de colores y sabores, creando un ambiente acogedor y lleno de energía positiva.
Desde el momento en que pones un pie en el lugar, te recibirán con una decoración encantadora, abundante luz natural y una exuberante vegetación que te brindará una sensación de paz y tranquilidad. Tanto su espacio al aire libre como el interior te invitan a disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable.

En esta ocasión, decidimos probar su delicioso brunch sin necesidad de hacer una reserva previa. Al llegar, tuvimos la libertad de elegir nuestro asiento, lo cual siempre es un detalle que apreciamos. Y, para mi sorpresa, la música ambiental se complementaba perfectamente con el entorno, creando una atmósfera envolvente sin distraer nuestra atención.
Antes de contarles sobre nuestras elecciones culinarias, debo destacar el arte y la creatividad que se encuentran en cada plato de Mala Mía. Más allá de ser simplemente comida, cada plato es una obra de arte cuidadosamente estilizada, lo que demuestra la propuesta innovadora y única de este lugar.
Panquecas enjundiosas: 2 deliciosas panquecas de cacao y vainilla acompañadas de puré de frutas naturales, mantequilla de frutos secos, frutas de temporada y syrup casero. ($8.990)
El puré de manzana en combinación con las frutas cítricas fue un éxtasis para nuestro paladar. La esponjosidad de las panquecas elevó aún más la experiencia, convirtiendo cada bocado en una auténtica delicia.

Pulenta mozzarella: queso mozzarella sobre tomates cherry asados con hierbas y pesto casero, servido con pan artesanal de masa madre. ($9.990)
Este plato es ideal como una opción para picotear. La combinación del queso, el pesto y los tomates en la tostada es simplemente maravillosa y te permite disfrutar de todos los sabores en un solo bocado.

Huevón pochado: huevos de campo pochados sobre palta, tomatitos cherry, pan artesanal de masa madre y hummus de betarraga. ($7.990)
Aunque una tostada de palta y huevo pochado podría parecer básica, la adición del hummus de betarraga le da ese toque final tanto visual como de sabor. Cada bocado fue una experiencia para recordar, asegurándonos de untar el hummus en cada porción de pan.

Mocha: espresso, cacao ecuatoriano y leche texturizada se fusionan en una taza para crear el Mocha perfecto. Con su delicioso sabor y su capacidad para reconfortarnos en los fríos días de invierno, fue el complemento ideal para acompañar nuestro brunch exquisito.
No puedo dejar de mencionar la atención impecable que recibimos en Mala Mía. El personal se mostró atento y amable en todo momento, añadiendo un toque especial a nuestra experiencia gastronómica. Además, los aromas que se percibían en el ambiente solo aumentaban nuestra anticipación por probar cada plato.
Después de disfrutar de este magnífico brunch, puedo afirmar sin lugar a dudas que Mala Mía se merece las 5 estrellas. Sin pensarlo dos veces, volveré en otra ocasión para probar y experimentar con otras delicias que ofrece este encantador lugar.

1 comentario en “Mala Mia Restaurante”
Este es un excelente restaurante, lo tengo entre mis favoritos